miércoles, mayo 02, 2007

Edgar Morin o el retorno del critinianismo laico y republicano


Cada domingo acojo la prensa como un ritual que me traerá sorpresas, porque para mi lo inesperado tiene una potencia tan intensa como la saciedad para el hambriento. Este domingo encontré en El País (lo siento es de pago) a un viejo clásico, Edgar Morin, que nos trae resabios de un pasado hermoso y esperanzador. Quizás últimamente sólo leo sobre tecnología y estoy demasiado imbuído en temas como la globalización, la convergencia y la economía o no leo más que trabajos que ensalzan el liberalismo o, por el contrario, rancios escritos de una izquierda trasnochada que critica que las cosas no funcionen pero no aporta soluciones. El artículo de Morin me lleva a unos años 60 que no viví pero debieron ser enormemente esperanzadores.

Si yo fuera candidato es un artículo donde un intelectual de talla (en España no los debemos tener) hace propuestas concretas para sacar adelante el país. Habla de recuperar la fraternidad y propone:

"Propondré revitalizar la fraternidad, subdesarrollada dentro de la trilogía republicana. En primer lugar, fomentaré la creación de Casas de Fraternidad en las ciudades y en los barrios de metrópolis como París. Estas casas acogerían todas las instituciones de carácter solidario que ya existen (Secours Populaire, Secours Catholique, SOS Amitié, etcétera) e incluirían nuevos servicios de intervención en caso de emergencias de tipo moral o material, dispuestos a salvar del naufragio tanto a las víctimas de sobredosis de drogas como a los que sufren alguna pena. Serían focos de iniciativas, mediaciones, ayuda, información, voluntariado y movilización permanente.

Al mismo tiempo, habría que establecer un Servicio Cívico de Fraternidad que estuviera presente en esas Casas y se volcara además en las catástrofes colectivas, no sólo en Francia sino en Europa y el Mediterráneo. De esa forma, la fraternidad estaría verdaderamente integrada y viva en la sociedad reformada que deseamos".


"Indicaré el camino hacia una política de civilización que resucite la solidaridad, haga retroceder el egoísmo y reforme más profundamente la sociedad y nuestras vidas. Nuestra civilización está en crisis. El bienestar material -en los lugares a los que ha llegado- no siempre ha contribuido al bienestar mental, como lo demuestra el consumo desenfrenado de drogas, ansiolíticos, antidepresivos y somníferos. El desarrollo económico no ha aportado un desarrollo moral. La aplicación del cálculo, la cronometría, la hiperespecialización y la compartimentación al trabajo, las empresas, las administraciones e incluso nuestras vidas, ha supuesto, con demasiada frecuencia, el deterioro de la solidaridad, la burocratización generalizada, la pérdida de iniciativa y el miedo a la responsabilidad".

"Dado que el rumbo actual de nuestra civilización privilegia la cantidad, el cálculo, el tener, dedicaré mis esfuerzos a una amplia política de mejora de la calidad de vida. En este sentido, favoreceré todo lo que sirva para combatir los diversos elementos que degradan la atmósfera, los alimentos, las aguas y la salud. Todo ahorro de energía debe ir en provecho de la salud y la calidad de vida. Por ejemplo, la desintoxicación automovilística de los centros de las ciudades, que se traducirá en una disminución de los casos de bronquitis, asma y enfermedades psicosomáticas. La desintoxicación de las capas freáticas reducirá la agricultura y las ganaderías industriales en beneficio de una agricultura artesanal que restaurará la calidad de los alimentos y la salud del consumidor".

Morin es un cristiano laico, republicano y de izquierdas que con su ejemplo y sus vivencias trata de hacer revivir a un país que parece dormido, pero que despertará más pronto que tarde, con Sarkozy o con Royal.

Por eso Francia, a pesar de la crisis, sigue siendo líder. Tiene todavía una serie de intelectuales que proponen soluciones y extienden su influencia por toda Europa y el mundo. Desde el punto de vista industrial cuenta con tres marcas de automoción con gran presencia, que aúnan diseño y mecánica de vanguardia y con líderes mundiales en la distrubución alimentaria (Carrefour), en la producción de lácteos (Danone) y en la industria del lujo y la moda (LVMH) entre otras. En nuestro entorno más cercano nos queda mucho por andar y nos quedará más cuando se derrumben las bases de nuestro crecimiento ficticio, vamos, cuando se caigan los ladrillos, cosa que Dios sabe, yo no querría que ocurriese.

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