sábado, diciembre 16, 2006

perfumes, democratización del lujo y la Navidad


No tengo ni idea del dinero que se mueve en el mercado español, pero parece que la gente gasta mucho en perfumes durante la época navideña. Eso es lo que por lo menos se colige de los cientos de inserciones publicitarias de las grandes marcas internacionales en la televisión generalista en el prime time. Los perfumes han colaborado a la democratización del lujo en nuestras sociedades. No es mucha gente la que lleva ropa de las grandes marcas de lujo pero es mucha más la que compra perfumes de las grandes marcas de cosmética y moda. Además de una gama de producto con alto valor añadido para la marca, los perfumes contribuyen a proyectar la imagen de la empresa que los promueve. Esto ocurre sobretodo con las marcas de moda que desde hace lustros han comercializado sus perfumes con éxito (Boss, Armani, Miyake, Dior y muchos otros). Estas grandes firmas de moda no publicitan los productos de su actividad principal en los medios audiovisuales de masas pero sí sus perfumes.

Además, los perfumes han transferido a otros productos no cosméticos sus características subyacentes y sus códigos semióticos. Ocurre con los llamados productos alimenticios funcionales, aquellos alimentos que junto con sus propiedades nutritivas basan su publicidad en supuestos beneficios para la salud (vienen presentados en pequeños envases de diseño porque la esencia se guarda en frascos pequeños). Con los perfumes y con estos alimentos de alto valor añadido estamos ante dos ejemplos claros de la importancia de la apariencia y el diseño externo en nueva sociedad de la información.